Opiniones habladas

El Puente

Marvin Gonzalez always has something to say.

Marvin Gonzalez always has something to say.

PHOTO BY AUDREY LOVE

El Puente: A Spanish, English and Spanglish Poetry Open Mic Night will take place Friday, Nov. 5th, at Rainshadow Community Charter High School, 121 Vesta St. Sign-ups at 7:30 p.m. Show at 8 p.m. All ages.

Es una tarde cálida de otoño, como pocas. Entre el Wine Bar y el Se7en en West Street Market, un montón de gente de todas las edades se ha congregado. Mientras unos firman la lista, otros le susurran al aire, agitando las manos, repasando su poesía.

La noche se deja caer, los murmullos crecen y la sala comienza a tomar temperatura. Todos juntos, los poetas y el público, están despidiéndose del que fue el escenario de Spoken Views durante los últimos años. Pan Pantoja, uno de los precursores, está sentado al frente. Vestido de riguroso negro, las piernas cruzadas y el mentón reposando sobre su mano, observa el movimiento, atento. Entre la multitud, se ve pasear un sombrero cowboy blanco. Se trata de Marvin Gonzales, quien reparte fliers del último proyecto del grupo: el novedoso evento bilingüe El Puente.

Uno a uno, los chicos y chicas comienzan a recitar. Los nuevos leen un poco nerviosos, tiritan gargantas y papeles, pero el público los escucha con interés y anima con sus aplausos. Es el turno de Pantoja, quien en dos o tres versos explota la energía hasta el último rincón del salón. No ocupa más que dos metros para moverse, pero se siente, ¡sí que se siente! Antes de que la noche llegue a su fin, es el turno de Gonzales, quien como un antiguo juglar medieval se enrolla entre el público, provocando, hipnotizándolos en un movimiento circular. La jornada ha terminado. Tres horas de arte dieron paso a las cervezas e intercambios de números telefónicos y sitios web entre los poetas nuevos y los viejos.

Al otro día entrevistamos a Gonzales, quien participa desde el 2007 en las sesiones de Spoken Views. Es hijo de padres mejicanos y aunque creció educado en el sistema americano, nunca dejó de lado el español. Se le ve llegar a la entrevista con una sonrisa amplia, temple discreto y el pantalón arremangado en la pierna derecha, como buen ciclista. Se sienta en la mesa y se queda en silencio hasta que llega su cappuccino gigante. Barbón, de ojos marrones detrás de lentes redondos y gorrita bohemia, explica pausadamente que el ritmo está en todos lados, que siempre hay una métrica.

“Cuando la gente habla, aunque no lo pretenden, siguen un ritmo. Si pones atención a la mesa de atrás… hay un ritmo. Se nota mejor cuando son amigos o conocidos, porque cuando te encuentras por primera vez con alguien, el ritmo de la conversación no viene natural.”

Marvin cree en su escritura y en la de los demás, ya sea en inglés o español, “para mí el español suena mejor que el inglés por el sonido, es más romántico”.

Recuerda cuando se encontró por primera vez con un panfleto de Spoken Views, “no lo pensé, fui a ver y me gustó. Después formé amistad y me quedé.”

Basta tener curiosidad y atreverse, eso es lo que buscan hoy los chicos de Spoken Views: servir de puente para unir a la comunidad hispano y angloparlante en Reno.

“Yo creo que hay muchos latinos que escriben y no lo muestran porque no conocen la comunidad,” asegura Gonzalez.

No se tiene que ser un profesional para probar. En las sesiones hay un micrófono abierto para que la gente se suba con su papel a leer, sin obligaciones, sólo con las ganas de expresar.